











Esta sesión con Karia fue un reto de improvisación que también puede ser mágica. Aunque teníamos una locación planeada, al llegar no era viable, así que decidimos adaptarnos y buscar una nueva atmósfera. Lo que empezó como un reto se transformó en una experiencia donde creamos un editorial de playa donde el cuerpo, la luz y la seguridad de Karia fueron protagonistas.