








Doeun y su hija vinieron de vacaciones a Cartagena buscando disfrutar del sol y crear recuerdos. La sesión fue sencilla y espontánea, pero con mucha personalidad: la pequeña estaba llena de energía, se movía, corría, reía… y justo eso fue lo que la hizo mágica. Gracias a su desorden encantador, logramos fotos vivas, auténticas y llenas de ternura. Este tipo de sesiones familiares están pensadas para quienes viajan y quieren algo más que fotos de celular: imágenes profesionales que capturan la esencia real de una experiencia en familia.